Siempre que pienso es The Quireboys o leo alguna entrevista a Spike me viene a la cabeza unas declaracioes que hizo éste último hace muchos muchos años, en una revista que no consigo identificar, comentando cómo la prensa americana iba a por ellos, intentándo enfrentarlos de alguna manera a sus contemporáneos The Black Crowes, apoyando a los últimos y machacando a los británicos. De hecho, palabras textuales era "cómo si los dos grupos no pudieran existir a la vez".
Corría el año 1990 y los dos grupos se habían descolgado con dos fenomenales discos de debut Shake Your Moneymaker los Crowes y A Little Of What You Fancy los Quireboys, así que el brutal apoyo de los americanos con los suyos no era nada extraño: supongo que no querían que ningún grupillo inglés pudiera hacer sombra a la gran esperanza blanca del rock americano.
De hecho, esa confrontación tan bestia se acrecentó todavía más en el 93, cuando The Quireboys sacaron el Bitter, Sweet And Twisted, un disco muy en la línea del anterior y con el que las críticas se ensañaron de forma más que notable, llegándolo a calificar de "continuación innecesaria". A los pocos meses, la aparición de Amorica, dió al traste con las posibilidades de triunfar de los británicos en yankeelandia...
Después de eso sólo les quedó la disolución...Unos añitos después volvieron a juntarse, sacando de nuevo discos (mucho más discretos que estos dos) y convirtiéndose en otro grupo más para festivales rock´n´rolleros. Su momento pasó, pero aún siguen siendo grandes en directo...¡Recomendado no perdérselos!
No hay color...Si comparo ésto con el pestiño de último disco del Madman, no lo entiendo...Y es que este disco lo podría haber cantado perfectamente Ozzy, destila Black Sabbath por todos sus poros...Y no precisamente para copiar: el bueno de Zakk se está convirtiendo por méritos propios en el sucesor directo de Tony Iommi.
Si no me creéis probar con canciones como Overlord, Southern Dissolution o Riders Of The Damned con riffs directamente traidos desde el infierno. Pero no se queda aquí la cosa, la inicial Crazy Horse (¡¡¡bestiales esos gritos de Crazy Horse is my name!!!), la ya conocida Parade Of The Dead (tema de presentación y que para mi no es de lo mejor del disco) y el trallazo más bestia: Godspeed Hellbound (ideal para joderle el día a tu vecino paliza que disfruta con moñadas tipo Amaral y la Oreja de Van Cock, o para provocarte una hernia cervical de puta madre), son la guinda del pastel en cuanto a caña se refiere.
Pero cómo el barbudo de Zakk es un tierno padre de familia americano y también tiene su corazoncito, se descuelga con unas baladas de piano bestiales, de las que emocionan y que estoy seguro que Ozzy mataría a su bruja-mujer y sus obesos churumbeles por poder cantar. Anotar Junior´s Eyes, Darkest Days y Time Waits For No One en vuestra lista favorita de canciones mojabragas (sí, esas que todo metalero de pro tiene siempre a punto cuando quiere conquistar el corazón o el clítoris de una fémina).
Aquí cabe de todo, hasta una vacilada con guitarra española llamada Chupacabra.
Resumiendo, un disco variado que toca todos los palos de la música de Zakk y en el que el Barbas y su grupo han hecho lo que les ha salido del pijo...
Desde que se anunció la vuelta de Soundgarden a la vida, el corazón me dió un vuelco...Badmotorfinger y Superunknown son discos imprescindibles en la banda sonora de mi vida y sólo con ésta reunión se podría cumplir mi sueño de verlos en directo por primera vez.
No sé que habrá motivado la reunión, pero supongo que la carrera en solitario de Chris Cornell son su patético intento de último disco algo habrá tenido que ver.
Está muy bien volver a verle con el pelo largo y aullando esos increíbles agudos que sólo él sabe hacer...Suena realmente bién y el resto de la banda también aparecen en una forma increible
¡Ojalá la cosa duré lo suficiente para poder tenerlos pronto por aquí!
Una agradable sorpresa...La verdad es que después de la decepción que me supusieron los dos anteriores discos, sobretodo el A Matter Of Life And Death, me daba un poco de miedo esta nueva entrega de los británicos...
Parece claro que desde que hay tres guitarristas en la banda, los temas cortos han pasado a mejor vida (supongo que se le ha de dar cancha a todo el mundo en las canciones para tenerlos contentos y que no se piquen)...Las canciones son largas y de desarrollos instrumentales lentos y van creciendo poco a poco. Hay cambios de ritmo y estructuras más complejas, quizás son ganas de hacer cosas diferentes al pasado y supongo que los años no pasan en balde y se toman las cosas con más tiempo (que no calma). Eso sí, salva pequeños detalles éste es un disco Iron Maiden 100%, con sus guitarras dobladas, sus tipicos ritmillos marca de la casa y las melodías tarareables para cantar a pleno pulmón en conierto.
El disco empieza con la intro Satellite 15 a base de riffs de guitarra entrecortados, punteos y batería, con la voz de Bruce Dickinson, cantando-narrando algunos pasajes. Es quizás el corte más diferente al resto del disco y está bastante bien para introducir a continuación y en la misma pista del CD (¿?) el single The New Frontier, un tipico corte parido en la mente de Adrian Smith, más cercano al hard-rock que al heavy, con un estribillo enganchoso e ideal para cantarlo en los conciertos. De lo mejor del disco.
Seguidamente entramos con El Dorado, un tema potente y machacón que seguro que en directo no dejará títere con cabeza. Por ponerle un pero, en la mezcla final ha quedado la voz del tito Bruce un poco tapada por las guitarras, pero bueno, eso es una opinión personal.
El tercer tema es Mother Of Mercy, un tema que gana con las escuchas y que al principio parece lento para desatarse en tormenta perfecta...De las mejores interpretaciones del disco del Dickinson, otro buen tanto para el directo y gran solo de Smith. Hasta el momento el disco le pega una patada en las bolas al anterior y gana por goleada.
La cuarta, Coming Home, no deja de ser una balada un poquilla tipica dentro de los parámetros de Maiden...Para mí gusto no destaca demasiado.
El quinto tema, The Alchemist, recupera un poco la fuerza, está bastante bién, pero el riff principal sobre el que canta Bruce me recuerda un montón al Man On The Edge que grabaran en su día en el The X Factor. Supongo que en directo ganará enteros.
El sexto Isle Of Avalon, retoma el rollo más progresivo de la banda, musicalmente está bastante bién pero quizás es demasiado tranquilo en algunos pasajes, eso sí, el estribillo es matador...Otra más para los directos.
La siguiente Starblind me parece la más floja del disco, no puedo con ella.
Me gusta mucho más The Talisman con su intro acústica realmente lograda...Es cómo un cuento que va creciendo poco a poco a tu alrededor. De lo mejor del disco. Las guitarras dobladas están que se salen, así como el Dickinson.
Con The Man Who Would Be King, retoman la faceta más progresiva con muchos cambios de ritmo...Lo siento, pero no me dice nada.
Para cerrar el álbum se salen otra vez con When The Wild Wind Blows dónde se junta lo mejor de todo el disco para crear otra canción que crece poco a poco, dónde todos brillan. El principio es muy en la onda Blood Brothers. La parte central después del cambio de ritmo simplemente me encanta. Muy buen tema y que me hace acabar el disco con buen sabor de boca.
En resumen, un disco que significa una recuperación para Maiden, quizás lo mejor que han hecho después de Brave New World, les muestra ligeramente recuperados después del bache del anterior disco y que seguro les hará encarar una nueva gira mundial dónde volverán a demostrar que son bestias de directo.