Que el heavy metal puede llegar a ser bastante autoparódico no debe sorprender a nadie...vamos, que no hay que tomárselo demasiado en serio, que sino uno acaba como los Manowar, proclamando su fé y la muerte del falso metal y bla, bla bla...
Bueno, que lo que quiero decir con la intro es que grupos originales de heavy metal se pueden contar con los dedos de la mano y ¡sobran dedos...!A saber, aquí en Europa, tenemos escuela Iron Maiden y escuela Judas Priest y todos, sobretodo los grupos europeos, no dejan de ser una mezcla, plagio, acopio de influencias o cómo se le quiera llamar de los dos dinosaurios anteriores.
¿Es eso malo? Pues no...El Heavy vieja escuela es lo que es, e intentar disfrazarlo con otras historias, pues cómo que no le pega. ¿Alguién osaría atreverse a reinventar la tortilla de patatas?
Seguro que sí, pero sin huevos y patata imposible, ¿no?
Resumiendo que no hace falta ser el original para saber facturar buena música con todos los pros y contras de un género tan sobado cómo el heavy.
¿Y para qué todo este rollo? Pues para presentar a los suecos HammerFall, dignos seguidores de las credenciales y pureza metálicas más ortodoxas...Ya sabéis, cantante con la voz aguda, melodías dobladas, riffs escuela Judas, melodías fácilmente tarareables por hordas de peludos, etc. Vamos, la creme de la creme de lo más manido y sobado del género.
¿Y por qué aquí? Pues, por que me gusta un montón este disco...Son un caso raro para mí, el resto de su discografía ni fú ni fá, pero este disco en concreto me vuelve loco. Y reconozco que a un montón de gente no les parezcan nada del otro mundo...¡pero es que cuando les pillas el punto a sus canciones con historias fantástico-medievales, sus poses guitarreras y sus video-clips en plan melena al viento-anundio de champú...están molones y todo!
Eso, ¡¡¡que los disfrutéis a conciencia y que no se mosquée ningún fan que sé que también tienen algunos!!!
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